Charlas de Mamá Luna


Consultas de lactancia gratuitas en el correo lactanciaml@gmail.com y por teléfono en el 605796913 o en el 660748683 (si no lo cogemos, llama un poco más tarde o envíanos un correo con el número de teléfono fijo al que quieres que te llamemos).





lunes, 28 de febrero de 2011

Charla "Comunicación mediante signos con bebés de 6 a 24 meses"


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Comunicación por signos con bebés de 6-24 meses

Ponente: CLAUDIA CARTER, Fundadora de Cincodeditos
Fecha: Viernes 18 de Marzo 18:00
Lugar: Centro de Salud de Parque Europa


El Programa Cincodeditos® es un programa de comunicación por signos para los bebés sin problemas auditivos. Mediante la utilización de signos adaptados a bebés, los bebés y niños pequeños pueden comunicarse mucho antes de que aprendan a hablar.

sábado, 26 de febrero de 2011

Cuando nos dice adiós


Llegará ese momento. Nuestro bebé dejará de serlo y un día nos daremos cuenta de que ya no necesita nuestra teta. 

Y claro, muy previsoras nosotras, nos hallamos con un montón de leche congelada que no hemos utilizado -porque le gustaba más la reciente-, y nos fastidia un montón, sobre todo porque al final nos costaba un mundo extraer 50 míseros ml al día...

Además, he hablado con la más santísima divinidad y hemos añadido un pecado mortal más al panorama religioso: No tirarás la leche materna. Incluso, estamos estudiando la viabilidad de quitar puntos del carné por ello.

Ante esta situación, ¿qué podemos hacer? Pues se me ocurren 3 opciones. 


En primer lugar, el que nuestro bebé no quiera beber esa leche no significa que no nos pueda servir para sus papillas, sean o no de cereales. A mi hija, por ejemplo, le encanta la crema de calabacín "tunning", osea, con sus inmunoglobulinas.

En segundo lugar, podemos "guardar" para la posteridad esa leche y ¿qué mejor que haciendo jabón con ella?. Creo que sería un buen regalo para su mayoría de edad, por ejemplo.

Por último, ¿a qué niño no le gusta un helado?, pues me parece una estupenda forma de utilizarla. Me muero por probarla además. La pena es que no tengo ni idea de como hacerlo. Pero dadme tiempo.

Seguro que se os ocurren más formas de "reciclar" nuestro oro blanco. ¿Sugerencias?



Las ciudades son hostiles a los niños

Artículo de Mireia Martín, pinteña y ex-presidenta de "Criar con el corazón":

http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/las-ciudades-son-hostiles-a-los-ninos

viernes, 25 de febrero de 2011

Laura Gutman

Queriamos compartir este video de Laura Gutman, escritora con varios libros publicados sobre maternidad, paternidad, vínculos primarios, desamparo emocional, adicciones, violencia y metodologías para acompañar procesos de indagación personal.

 

Los límites: coordenadas fundamentales. Violeta Alcocer

Los límites (esos de los que tanto se habla y que nadie sabe muy bien qué son) no son otra cosa que el lugar común donde se encuentran mis necesidades con las del otro, el espacio a partir del cual se rompe un equilibrio saludable, el marco dentro del cual se contienen nuestras relaciones saludables con nosotros mismos, con los demás y con el medio que nos rodea.
Es decir, los límites no siempre tienen que ver con la firmeza, la autoridad o la capacidad para decir “no”: tienen que ver con la capacidad de combinar nuestras necesidades con las de nuestros hijos de forma armoniosa.
Por otro lado, las expectativas son lo que esperamos de nuestros hijos y lo que esperamos de nosotros mismos como padres y como familia.
Límites y expectativas son dos conceptos estrechamente vinculados, pues nuestras expectativas son el marco de referencia de nuestros límites, los definen.

Las necesidades y las relaciones son muy particulares para cada persona y cada familia. Por ese motivo, los llamados “límites” han de ser también particulares para cada familia (dependerán de los valores de cada familia, de sus necesidades particulares, de su cultura, de su organización interna, de sus proyectos presentes y futuros y de las expectativas personales de cada padre sobre los hijos) y no podemos adoptar alegremente los de la familia de al lado (ni los del psicólogo o el pediatra de turno) porque entonces estaremos viviendo la vida de otro.
Cuando nuestros hijos desean, lo hacen a menudo desmedidamente y sin límites. El deseo es puro y la distancia entre los deseos del niño y la realidad suele ser grande (salir desnudo a la calle en pleno invierno, meterse con zapatos en la bañera, abrir todas las bolsas de patatas de una tienda, comerse un bote entero de plastilina o beber vino de la copa de papá) .

La tendencia de los padres, guiados por el afán de marcarle al niño donde está el límite, es la de negar el deseo rotundamente y en su totalidad (“no, tu no quieres eso” o “no, eso no se puede”). Con esta negación marcamos un límite, pero es tan rotundo que muchas veces desoímos algunos matices de ese deseo que sí podrían (y deberían) ser considerados.

Es importante pensar qué papel tiene el no en la vida de un niño.
Personalmente soy bastante contraria a las teorías que nos proponen el “no” como panacea educativa (por lo general son teorías que nos invitan a considerar que la frustración activa, es decir negarle deseos al niño deliberadamente, es necesaria e invita al crecimiento porque eso es lo que el crío se va a encontrar en la vida).
Yo lo veo de otra manera. Creo que, en realidad, lo que el niño necesita es conocer cómo está escrito el mapa de la realidad: de su realidad concreta y de la realidad del contexto social en el que vive y se desarrolla.

Hablo de mapa porque me parece una buena metáfora. En ese mapa hay zonas que limitan con otras, hay fronteras. Hay obstáculos geológicos insalvables y otros que se pueden salvar sólo con ayuda. Hay distintos paisajes, dependiendo de la zona en la que uno se encuentre instalado y para el niño es fundamental conocer ese mapa, esas coordenadas, para poder moverse por el mundo con seguridad. El mapa de la realidad incluye, también, las relaciones entre las personas. De esta manera, el mapa de la realidad del niño, el que hemos de mostrarle y él ha de ir incorporando según crece, es el mapa de las relaciones que tiene a su ardedor y del contexto físico en el que se desarrollan estas relaciones. Eso quiere decir que el niño también necesita conocer hasta dónde puede llegar con los demás y hasta dónde pueden llegar los demás con él.
Como he dicho muchas veces, el respeto en familia tiene que ser respeto para todos: para los hijos por supuesto, pero también para los padres. Y si el equilibrio se rompe y la balanza se inclina demasiado en uno u otro sentido estaremos haciendo muy mal nuestra labor.
Mi visión del asunto es compleja y quizá sofisticada, porque pretendo que nuestro objetivo como padres no sea que nuestro hijo conozca los límites (es decir, que se sepa el mapa al dedillo pero sin moverse del sitio), sino que, a la larga, nuestro hijo sea capaz de detectar por sí mismo dónde están los límites en la vida, que sea capaz de gestionar sus relaciones con los demás averiguando en cada caso hasta dónde puede llegar, que sea capaz de parar cuando tenga demasiado de algo, que se “autolimite” cuando haga falta. Que sea autónomo, que tenga criterio. Que no haga caso de lo que le digan que tiene que hacer “porque si”, sino que piense por él mismo… y acierte.

Para que este aprendizaje tenga lugar, es fundamental que ante un deseo de nuestro hijo, en vez de cerrar el tema con un “no” y a otra cosa, seamos capaces de decir “si, pero hasta aquí”.
El “no” rotundo está bien cuando lo que hay detrás es un enchufe que electrocuta o un terraplén. También cuando lo que hay detrás es un bofetón a un hermano o cualquier otra cosa que menoscabe lo que hemos considerado como respeto o como parte fundamental de nuestra convivencia o buena marcha vital.
Pero no tiene tanto sentido en el resto de las ocasiones.

Porque el niño que crece con el “no” aprende a ver la vida con el vaso vacío (de deseo). Conocerá muy bien la frustración pero no sabrá detectar los matices ni en el entorno ni en las situaciones, porque todos sus avances fueron censurados antes de empezar. No conoce el mapa de la realidad de antemano y es incapaz de emprender por sí mismo la tarea de conocerlo. Tiene miedo de lo nuevo, porque aprendió que su deseo de conocer era ilícito. Simplemente va siguiendo las indicaciones. Le vendrá muy bien, en cualquier caso, haber crecido en la frustración, porque careciendo de las herramientas personales para manejarse
adecuadamente en sus relaciones personales y con el entorno, a lo largo de su vida tendrá que lidiar con muchas.
El niño que crece con el “si, pero sólo hasta aquí” aprende a ver la vida con el vaso medio lleno (de deseo), aprende que casi todo puede intentarse, que sus deseos pueden verse realizados pero que para que eso suceda debe aceptar y asumir ciertas coordenadas, ciertas reglas, normas, las que reinen en cada circunstancia de su vida. Sabrá lo que es la frustración, cómo no, pero no será a costa de la frustración total sino a costa de un aprendizaje fundamental en la vida: tener que renunciar a algo para obtener algo, tener que esforzarse, tener que esperar, demorar y hasta renunciar o modificar los objetivos para encontrar la satisfacción.

La formula para replantearnos los límites es sencilla. Antes de volver a negar algo, merecerá la pena pararnos a escuchar qué es lo que nuestro hijo quiere y, por un momento, comprenderlo, idenficarnos con ese deseo, con el niño que nosotros fuimos. Comprenderlo no significa realizarlo en su totalidad: significa darle cabida a su deseo en nuestra mente e identificarnos con la realidad del mismo (“si yo fuera un niño de dos años me apetecería muchísimo tirarme a esa piscina con el bocadillo en la mano”).
Sólo desde esta postura podremos, en algunos casos, rescatar algún aspecto de ese deseo que sí puede ser realizado y se lo podremos mostrar así a nuestro hijo.
No se trata de que nosotros seamos los jueces que dan el visto bueno o el visto malo a un deseo (si lo entendemos así, es fácil caer en conceder demasiado o en negar demasiado) : se trata de que nosotros seamos los que le vayamos mostrando a nuestro hijo la manera de ir ajustando sus deseos a las posibilidades que le ofrece la realidad. El mensaje para el niño es: desear es bueno y lícito, pero quizá tengas que modificarlo un poco para que sea realizable o renunciar a él para poder hacerlo más adelante.. pocas veces en la vida podemos hacer “exactamente” lo que queremos, pero eso no significa que no podamos hacer algunos ajustes para disfrutar igual de ella.

Violeta Alcocer.

domingo, 13 de febrero de 2011

Papilla de cereales casera

Estamos tan acostumbrados a la leche de fórmula y los cereales deshidratados para bebés, que cuesta imaginarse criando a un bebé sin ellos. Pero igual que no necesitamos leche de fórmula, tampoco necesitamos cereales deshidratados. Podemos hacerlos en casa mucho más naturales, y utilizarlos desde el 5º-6º mes de vida. Os copio la receta, por cortesía de Elena (Darterapia):

Ingredientes:
50% de arroz (integral y de cultivo ecologico)
25% arroz dulce muy bueno en estados de crecimiento (se encuentra en herbolario, y también integral y de cultivo ecológico)
25% otro cereal para crear variedad (si tiene menos de seis meses, utilizar quinoa -es uno de los cereales más completos-, maiz, mijo o trigo sarraceno, que no tiene gluten, y luego se puede añadir otros: avena, trigo...). Yo uso quinoa y avena. Aviso: la quinoa hay que lavarla bajo el chorro de agua un poco -por ejemplo dentro de un colador, frotándola con la mano-, para retirar la saponina que la recubre, que es tóxica.
Melaza de arroz para endulzar (no miel)
Polvo de semillas de sesamo tostado (contienen calcio), mejor comprarlas crudas y tostarlas en una sarten (pasarlas por el mortero para que se queden como polvo), se pueden conservar en un bote 2 semanas.
Alga Kombu (aporta minerales al arroz)

Yo hacía un total de 100 ml, porque así lo medía con un envase milimetrado (vale cualquiera, por ejemplo un biberón), así pones hasta el 50 de arroz, 25 más de arroz dulce y 25 más de otros cereales. Dejaba los botecitos ya preparados con la mezcla, y cada vez que hacía uno me duraba unos días.
Preparacion:
Lavar los cereales y dejarlos en remojo toda la noche con media tira de alga kombu.
Al dia siguiente llevar el cereal con el alga Kombu a ebullicion, con la cantidad de agua necesaria segun los meses del bebe, se explica mas adelante; bajar el fuego y dejar cocinar entre 2 y 3 horas tapado. Se quedará como un arroz muy blando, casi deshecho.
Antes de que se enfrie hacer pure usando un pasapures (ver tabla de consistencias) y guardar en botes de vidrio en el frigo (dura 3-4 dias). Tiene que ser un pasapuré y no una batidora o trituradora, porque así se queda parte del salvao de los cereales en el pasapuré, una vez han transferido sus minerales al arroz. Si el bebé tomara todo el salvao le resultaría un poco indigesto.
Al momento de la toma calentar la cantidad necesaria (no usar micro-ondas) añadiendo un poco de agua ya que se habrá espesado al estar en el frigo.
Añadir una cucharadita de melaza y/o una cucharadita de semillas de sesamo en el momento de darsela al bebe.

EDAD BEBE                         CEREAL/VOLUMEN AGUA                CONSISTENCIA

5-6 meses                          1 cacito/10 de agua                     Usar pasapures con agujero pequeño y exprimir con gasa

7-8 meses                          1 cacito/7 agua                           Pasapures de agujero pequeño

9-10 meses                         1 cacito/5 agua                          Pasapures  de agujero grande

12 meses                            1 cacito/4 agua                          Aplastar con tenedor


La idea es hacerlo cada vez mas espeso para que el bebe mastique, al principio tamizarlo mucho para eliminar la capa externa del cereal , que es donde se encuentra la fibra. Ya que el sistema digestivo del bebe no esta preparado  hasta el primer año. 
No usar sal el primer año; ni azucar, ni miel para endulzar.

sábado, 12 de febrero de 2011

Sobre zapatos para bebés

En contra de lo que solemos pensar, los bebés conviene que no usen zapatos hasta que empiecen a andar (hasta entonces, sólo necesitan tener los pies abrigados), y a partir de ahí, cuanto más blandos sean los zapatos y más tiempo puedan caminar descalzos por distintas superficies, mejor. Para saber todo sobre zapatos de bebés os recomiendo que miréis los tres documentos que proporciona este blog, todos ellos muy interesantes:

http://grupolactard.blogspot.com/search/label/Zapatos

La determinación de una madre: una historia impresionante

Esta lectura la he sacado de un foro del curso de lactancia. Me ha parecido preciosa e impresionante, y quiero compartirla con vosotras, porque creo que os emocionará como a mi. Aclaro para quien no lo sepa que sepsis es la activación del sistema inmune por una infección grave. Os recomiendo que leáis el enlace.

Sepsis generalizada y coma. Relactación.
de LAURA VILLANUEVA VILLARROYA , presidenta de SINA

El sentir general en España es que cualquier afección que tenga la madre puede afectar al bebé (desde un resfriado a una gastroenteritis, pasando por cosas más graves), y a la menor duda se recomienda el destete, esté justificado o no.
En ocasiones hemos tenido consultas telefónicas y casos de madres puérperas portadoras de la Hepatitis B que estaban seguras de que no debían dar el pecho. Al explicarles la situación y el tratamiento de profilaxis al bebé, se quedaban muy contentas y agradecidas.
El caso más grave que hemos tenido fue el de una socia que, en el último trimestre de embarazo, contrajo una grave infección y presentó un cuadro de sepsis que le llevó al coma. Se le hizo una cesárea de urgencia y su bebé, de 31 semanas de gestación, fue ingresado en neonatos.
Debido a la gravedad de su afección la madre permaneció en coma un tiempo, en UCI varias semanas, durante los cuales evidentemente no lactó. Su hijo fue alimentado con la leche de otras madres amigas que se la donaron.
Cuando finalmente esta mujer venció la infección y salió del hospital, relactó. Aquí os comparto su historia: http://asociacionsina.org/2007/08/18/elena-y-gael-una-prueba-mas-de-que-la-lactancia-materna-siempre-es-posible/

viernes, 11 de febrero de 2011

Un buen modelo para una buena lactancia

Os recomiendo que leáis este artículo:

http://www.mentelibre.es/?p=972

Aquí tenéis un pequeño extracto:

Uno de los factores que causa que hoy en día tengamos tantos problemas de lactancia es que la mayoría de nosotros ya no hemos vivido en una comunidad donde la lactancia materna fuera habitual. Muchas madres de hoy, fueron víctimas del boom del biberón de los años 70 y del mito de la “leche mala” que le contaban a nuestras madres para introducirles la lactancia artificial.

lunes, 7 de febrero de 2011

Salir del armario (o la maternidad impúdica)

Estupenda reflexión en la que se dicen cosas tan interesantes como esta:


Sacar a la maternidad y la sexualidad del armario es necesario, para las mujeres, para los hombres, y sobre todo, para los niños y para la sociedad en su conjunto, para aumentar las formas de libertad y de amor posibles y deseables.

 

Podéis leer el artículo completo en este enlace

jueves, 3 de febrero de 2011

Principios de educación emocional


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Claves para promover el desarrollo emocional e intelectual de los niños ayudándoles a comprender y manejar sus emociones para facilitar tanto su pensamiento como sus relaciones con el entorno.

Ponente: BELÉN DÍAZ MORENO, Pedagoga de Educare
Fecha: Viernes 18 de Febrero18:00
Lugar: Aserpinto (C/ Italia, 14)